domingo, 15 de noviembre de 2009

ABOGADO DE SEGUROS:EN LA LINEA DE FUEGO

Los abogados que trabajan para entidades de seguros( si esos que según las leyendas urbanas están compinchados, no defienden los intereses de los clientes, les interesa un rápido acuerdo para cobrar sin importarle el futuro del cliente, gana mucho dinero y no hacen nada, son la envidia de la profesión) realmente son los que dan la cara frente al cliente, frente a la entidad responsable a la que reclama, frente al médico forense al cual no se le puede meter mano "legalmente" por el informe irreal que ha hecho, frente a los jueces el día del juicio o durante el proceso, en definitiva en "la línea de fuego".
Efectivamente somos unos privilegiados, trabajamos en un sector del derecho en el cual al final alguien siempre paga, bien sea el cliente bien se la entidad de seguros, no tenemos que estar detrás de nadie para que nos pague nuestros honorarios.
Siendo éste un aspecto positivo, esto es, que te paguen por tu trabajo, tiene támbien muchos aspectos negativos y que merman nuestra salud. El tramitador inflexible que te da unas instrucciones inapropiadas pero debes defender las mismas; el cliente irrespetuoso con tu trabajo que te ve como una prolongación de la compañía de seguros que no ha sabido o no ha querido atender sus peticiones (muchas de ellas irrealizables por desconocimiento de la póliza contratada); el juez que te presiona antes de juicio para llegar a un acuerdo ( la verdad le importa poco, solo piensa en los 10 juicios que ha señalado ese día y que la compañía pague que para eso está) y no tener que entrar en sala, eso si, dictar sentencia que le viene bien para la estadística; el cliente que siempre tiene a un "seudocatedrático en derecho" que ya le ha asesorado antes de ir a tu consulta; las horas que te pasas en el despacho haciendo informes para la compañía y rellenando apartados inútiles pero que les viene bien a ellos para sus estadísticas; etc...
Sin embargo, seguiremos en "la línea de fuego" porque con nuestro trabajo y nuestros resultados demostramos nuestra profesionalidad, y somos los mejores exponentes de lo indicado en el CODIGO DEONTOLOGICO: "El abogado deberá preservar su independencia frente a presiones, exigencias o complacencias que la limiten, sean respecto a los poderes públicos, económicos o fácticos, los tribunales, su cliente mismo o incluso sus propios compañeros o colaboradores " .